sábado, 19 de septiembre de 2009
EXPERIMENTO/ SINESTESIA
La palabra experimento en boca de una madre, evoca seguro en la mente perversa de nuestros lectores todo tipo de cosas. No tiemblen. Este experimento es inocuo, aunque no se garantizan efectos secundarios en la adolescencia y primera juventud como frikismo crónico, petulancia, nocturnidad, alevosía o crisis de color.
Pero vayamos al grano. La cosa es la siguiente: 1) poner hoja blanca delante del niño, tentación a la que no podrá resistirse, 2) poner pintura, pincel, agua.... en definitiva: todo lo que necesita para pintar la hoja blanca 3) punto importante del experimento: poner música
4) esperar a ver qué sale.
Tras meses y meses con este estudio sinestésico entre mis manos he podido llegar a las siguientes conclusiones:
- Si lo que suena es Mozart, el cuadro tiene por lo general una composición ordenada y alegre con un policromatismo juvenil y fresco. Toma ya!
- Si lo que suena es un piano (ya sea Chopin u otro) salen puntos negros y azules.
- Con Bach salen dibujos primitivos con colores básicos, por lo general mucho rojo en plan llama del infierno y mucho verde del tipo lechuga salvaje. En la variante de conciertos para clave, salen puntos gordos de colores envueltos en fundas transparentes como si fueran huevos de futuros renacuajos flotando en un estanque.
Hagan la prueba. Digan a un niño que pinte la música y lo hará como si fuera el asunto más normal del mundo. Tengan cuidado porque es una experiencia que engancha, y de la música clásica es fácil pasar a las rancheras, de las rancheras te picas y quierEs probar qué pasa con la copla.... yo no respondo, el resultado puede ser uno de eso cuadros de ciervos bebiendo en un lago, escenas de caza o un retrato de joselito hiperrealista.luego no me echen la culpa.
domingo, 13 de septiembre de 2009
galletitas de colores
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